Maldito el momento en el que me hice con “El quinto en discordia” sin saber que me iban a confinar y que iba a estar semanas y semanas esperando su continuación. Ay, madre mía, ¿por qué lo empecé?
Esta obra de suspense es la primera de una trilogía escrita por Robertson Davies. Tengo que decir, para los amantes del suspense, sin embargo, que esta primera parte no honra al género: es un primer contacto con el protagonista, un paseo por su vida. Es justo en el último capítulo cuando empieza el verdadero misterio: un asesinato por resolver. ¿Y qué debe hacer alguien, si es amigo de la víctima, para que no le incriminen? Explicar su historia.
Ese es el motivo por el cual el protagonista traza su propia biografía. Y aunque así sea este primer libro, debo decir que son las hazañas de un tipo muy peculiar, que bien podría ser el escritor, pues su vida está contada con tanto detalle y con una precisión tan soberbia que había momentos en los que yo misma debía decirme: no llores por él, tonta, si es ficción.
Hacía tiempo que no leía un libro e iba pensando: “jo, qué bien escrito está”, “uf, ha encontrado la palabra exacta para describirlo”, “ua, imposible contarlo mejor”. ¿Sabéis esas personas que tienen un don? Davies lo tiene.
En fin. Que me quedan unos cuántos días hasta que pueda leerme la continuación de esta sorpresa literaria que, ya sospecho, será muy diferente a la primera parte. (less)