“A veces, mi hogar me recordaba a un país en guerra. En las guerras hay también momentos felices. La gente se casa, se enamora. Nacen niños. Aunque siempre se mantiene un estado de alerta. En casa vivíamos en un permanente estado de sitio. Un luto extraño al que ninguno ponía nombre. Cinco años. Después llegó la guerra abierta. Dicen que las mujeres buscan a su padre a través de los hombres a quienes convierten en sus parejas. También, y eso me asusta más, que amamos tal y como nos han amado en la infancia”. -
Esta novela ha sido una sorpresa. Hace tiempo compré “El amor después del amor” y se convirtió en uno de mis libros ilustrados favoritos. Ahí tuve el primer contacto con Laura Ferrero, hasta que un día, en una librería de segunda mano, encontré “Qué vas a hacer con el resto de tu vida” y decidí adentrarme en su mundo literario. Y me reitero: menuda sorpresa. ¿Por qué esta mujer solo ha publicado tres obras?
El libro tiene como protagonista a una chica llamada Laura, igual que ella. Laura, igual que yo. Y aunque en todo momento yo me la imaginaba a ella, ella no es ella. Aunque un poco sí. Dijo en una entrevista que quería escribir algo ajeno a su persona y no compartir experiencias vitales con el/la protagonista de su historia. Sin embargo, cuando terminó de escribir el libro, se dio cuenta de que había vuelto a hablar de ella: de sus incertidumbres, de sus dudas, del peso de sus ausencias… Y digo yo: ¿no es inevitable, al fin y al cabo, autoexplorarnos? ¿No es inevitable llenar de vida, a nuestro personaje, de nosotros mismos? A mí me ha parecido precisamente una muy buena novela por eso. Porque Laura tenía vida, rebosaba inteligencia, le surgían dudas. Su vida era un caos. A veces un caos estructurado.
Explica cómo una joven de 30 años se plantea el futuro. ¿Cómo no va a ser eso un caos? Decidir dónde ir, de qué trabajar, con quién estar, cómo vivir. Es el trazo de una chica que empieza a escoger por sí misma y no sabe lo que quiere. Una chica que a veces le toca enfrentarse a sucesos que no desearía. ¿Realista? Sí. ¿Demasiado? Como la vida misma.
A veces huir de la realidad nos perjudica. Y Laura no lo ha hecho. Todo lo contrario: ha hecho magia.